el café con teclas
Las personas en tu vida
“Cada persona que conoces en la vida llega para enseñarte algo. Lo importante es saber ver qué es”. La persona que me escribió este mensaje por chat resultó ser un farsante y estuvo menos de un mes en la mía, pero suponiendo que lo que dijo fuera cierto, su efímera presencia por lo menos sirvió para hacerme el favor que le pedí de llevarme un paquete a Estados Unidos y para inspirarme para la columna de esta semana.
Pero le voy a dar crédito y decir que estoy de acuerdo con él. Cada persona llega a tu vida con una misión, y si eso suena generoso, digamos que al menos cumple un propósito. Algunas tienen más relevancia que otras, pero todas son parte de un enorme todo.
Me puse a analizar y agrupé a las personas en cuatro grandes categorías. No estoy sugiriendo que somos peones en un tablero de ajedrez, pero basada en para qué sirven (o sirvieron), catalogo a las personas como piedras, escalones, bastones y lecciones.
Todos sabemos quiénes son las piedras: son las personas que nos hacen tropezar o a causa de quienes estamos estancados en algún aspecto de la vida. A veces nos cuesta aceptarlo, porque por lo usual las piedras son las personas más cercanas a uno, y eso duele. Un novio que te menosprecia, el jefe que no te valora, un padre que te limita… Es difícil, pero así es.
Pero por otra parte están los escalones, aquellos que te ayudan a llegar al siguiente nivel. Por ejemplo, la persona que te rompió el corazón es una piedra, pero el que te ayudó a pegarlo de vuelta probablemente fue un escalón. Aunque haya sido una relación pasajera, sirvió para un propósito mientras duró, ¡y eso es mejor que nada!
Bastones son las personas como una de mis mejores amigas, a quien de relajo le digo Pepe Grillo, porque ya parece mi conciencia, todo el tiempo aconsejándome. Que Dios bendiga a los bastones, porque estas son las personas que genuinamente se preocupan por uno y te sirven de apoyo cuando tienes problemas para andar.
A las lecciones también les digo fábulas, porque siempre tienen una moraleja. Es la persona cuya laboriosidad admiras, o la vecina que a pesar de los problemas siempre te saluda y está sonreída. Hay lecciones en cada esquina.
Algunas personas son como viajeros de paso en un hostal: entran y salen sin más. Otras están en escala permanente. ¡Y un grupito es como un barco que no aguantas por verlo zarpar!
Pero así como las personas tienen un objetivo en nuestras vidas, nosotros aportamos a las demás. ¿Qué seremos? ¿Escalón, piedra, bastón o lección?
Estimada Sarita:
Cuan ciertas son tu palabras, como anillo al dedo, de piedras por el camino siempre habrán, pero los bastones son aquellos que jamás te dejarán caer. Lo resumo así porque soy fiel creyente en Dios, «Si de la mano me llevas, no caeré». Saludos