el café con teclas
Acerca de los buenos modales
En 1922, la escritora norteamericana Emily Post publicó su libro Etiqueta, algo así como una biblia de los buenos modales, que la transformó en una especie de gurú en esta materia.
Ella se murió en 1960, y hoy día, 2017, con una revolución tecnológica en todo su apogeo, creo que la señora se revolcaría en su tumba si pudiera ver las atrocidades de etiqueta y la mala educación a la que nos hemos acostumbrado en el día a día.
Algunas son tan comunes, que aunque nos siguen molestando, ya nos parecen inevitables: gente chateando en el cine, hablando por celular a viva voz en las salas de espera (unas palabras a la señora sentada en la silla de al lado: no me interesa saber qué hizo anoche y qué va a cocinar hoy. ¡Por favor cierre el teléfono!), o que no te miren a la cara cuando te estén hablando por estar revisando el celular.
Pero hay otras a las que no me resigno. Es más fuerte que yo; ¡no puedo! Les enumero algunas de las cosas que no soporto, al menos para desahogarme. Yo no seré la gran experta en cuestiones de modales, ¡pero considero que tenerlos es extremadamente importante!
• Que me metan en chats grupales no solicitados. En una columna previa quedó de manifiesto que detesto los chats grupales. Tolero los importantes (MamásKinder4, Esses Family, Amigas-pelaas, La Fase Pty, etc. porque ni modo). Pero abrir tu celular y ver que alguien que ni siquiera conoces en persona te ha añadido a su recién fundado grupo para promover un negocio, evento o afín me trastorna. Grrr, ¡eso no se hace! Sarita has left group en 3, 2, 1…
• Que me bombardeen por Whatsapp con ofertas no relevantes. No me queda de otra que bloquear a los graciosos que insisten en esta mala práctica. O sea, me seguían mandando propaganda de ropa de niñas; ¡y yo ni siquiera tengo hijas!
• Mensajes inoportunos. Quizá me interese pedir comida de cierto establecimiento o comprar sábanas de X lugar. ¡Pero no me lo ofrezcas por Whatsapp a las 11:47 de la noche! Mi celular igual está en silencio, así que el sonido del mensaje no es lo que me molesta. Es más que nada la falta de modales.
• Que me etiqueten en publicaciones en Facebook en las que no salgo yo, y que no tienen nada, repito, nada que ver conmigo. Usualmente con fines comerciales. Y ahora por eso menos les voy a comprar.
En fin, sé que sueno medio hater. Aclaro, no lo soy. Pero siento que cada vez nos estamos tornando menos civiles con esto de la modernidad. Abracemos de nuevo los hola, buenos días, por favor y gracias. Y recordemos que vivimos en comunidad.