el café con teclas
El RH Nulo
“Mami, ¿sabes que hay personas que tienen sangre dorada?”, me sale mi chiquito un día. Era una pregunta, pero su idea era más bien dejarme saber que hay algo que seguramente yo desconocía. Hasta donde sé, la sangre es roja, y con mucha suerte quizá azul, pero dorada, nunca lo había escuchado yo. “No, mi rey, no sabía”, y seguí con lo que estaba haciendo.
“Sí, es una sangre que tiene un poder. Solo 43 personas en el MUNDO la tienen”, contestó, haciendo mucho hincapié en la palabra mundo. “¿Sabes que una jeringa puede salvar a 100 personas? Es como mágica, porque es como todos los tipos de sangre juntos”, explicó mi pequeño científico. También elaboró algo de unos pulpos y los castores, pero de eso sí que no entendí nada.
Le di mi atención para explicarle lo que recuerdo haber aprendido en la escuela, pero él, triunfal, sacó el iPad y me buscó un video sobre el RH nulo: tenía razón. Existe una sangre dorada que es muy rara y valiosa como el oro puro, porque puede ser donada a personas con cualquier tipo de sangre.
Así descubrí que el chiquillo es una biblioteca de cápsulas informativas que ha aprendido cortesía de YouTube.
Ya veo por qué a cada rato me sale con información ecléctica de temas varios: “Ma, ¿sabes que hay gente que le hacen cirugías y a veces se les va la anestesia en medio de la operación, pero no se pueden mover, pero sí pueden sentir?”.
También: “Los científicos hicieron un experimento. Agarraron un cuarto de investigaciones, le sacaron todo, las mesas y sillas, líquidos, el oxígeno y todo. Apretaron una máquina para que suelte una bola de bolos y una pluma y cayeron al mismo tiempo”.
Y: “Tus brazos extendidos miden lo mismo que tu altura”.
Y una más: “¡No sabes lo que le pasó al cerebro de Einstein!”.
Le pregunté sobre sus fuentes y me contestó: “Vi un video curioso de 20 cosas que no sabías hace cinco minutos. Ah, y había una cosa que era un poco asquerosa. Un gusano que existe y se mete adentro de las vacas y después se toma los líquidos de adentro”. Ok, ok, Gabriel, te entendí. Hablemos de otras cosas.
Y me sale con la ley de las tres generaciones en Corea del Norte. ¿Ah? Entonces teclea de nuevo en el iPad y ¡tarán! Aparecen “Nueve cosas que te sorprenderán de Corea del Norte”. O sea, no es solo ciencias lo que le llama la atención al pelaíto, sino sucesos internacionales también. “Si hago un crimen, tres de mis generaciones van a tener que ir el mismo tiempo que yo a la cárcel”, me contó, lo que me pareció fascinante, pero no más que escuchar sobre las diferencias entre Trump y Obama, otro tema en su repertorio de información. “Ya YouTube sabe lo que me gusta ver”, aclaró. Qué risa.
Aunque el iPad tiene filtro y es un forcejeo limitar el tiempo que pasa con el aparato, ya entiendo por qué durante la campaña electoral él sabía de la lucha de Blandón contra las farmacéuticas y se reía cada vez que alguien mencionaba a Rómulo Roux, y a continuación, hablaba de la carretilla de Rómulo e imitaba la propaganda de unas sillas.
“Párense todos y váyanse sentando. Siéntense los que votaron por Varela, ¡no les dé pena!”, cambiaba su voz.
Qué risa con este niño, me salió con sentido del humor, mi pequeño investigador.