el café con teclas
Del otro lado del perdón
Pisadas en mi cara
El comentario fue tan inocente como el acto de retirar el tapón de una tina con agua reposada. Cuando ves que es succionada en un despiadado remolino por el desagüe, es que se aprecian las repercusiones de algo que a…
Todo por una silla
Desde arriba todo se ve igual, pero afónico. La misma ensalada de crayones y marcadores en el lapicero, la torre de papeles y libretas a un costado y, por ahí, una que otra tarea ajada. Pero cuando ajusto mi mirada,…
El jardinero
Otra vez más el señor salía de la tienda con una tarjeta para hacer llamadas en sus ásperas manos. Los celulares aún eran un lujo y los teléfonos públicos todavía eran centinelas en las esquinas de cada cuadra. Todas las…
Mi reencuentro con Winnie Louie
Conocí a Winnie Louie miles de lunas atrás, en un año de la cabra, entre las páginas nítidas de un libro recién impreso. Levantar la cubierta fue abrir un portal por donde me transporté a las aldeas en China del…
Un drama en Twitter
Más rápido de lo que demora explotar un globo con un alfiler fue lo que tardó la emoción en dar paso, primero al horror, y luego a la decepción. Los jóvenes habían compartido en sus redes sociales el afiche del…
Podemos nadar
El sábado pasado recordé la época, kilómetros atrás en el tiempo, cuando se acercaba mi cumpleaños y estaba ansiosa por que todos los invitados llegaran a mi fiesta. Solo que no era mi cumpleaños, sino la presentación de mi libro…
El menor de dos males
No conozco a Andrés, pero puedo imaginármelo empezando sus días cuando los primeros rayos del sol ganan la carrera por brotar del horizonte. Más por hábito que por apuro se levanta. La cuarentena sigue vigente, el día es largo y…
Ideas aleatorias
Quiero contarles que yo, Sarita Esses, inventé la máquina de fax. Un día, cuando era chiquita, mi papá estaba de viaje y le hice una tarjeta. Como no había manera de hacérsela llegar, le dije a mi mamá: “Deberían…