Sarita

Sarita

¡Paciencia! Ni modo…

Los niños terminaron la escuela hace unas semanas ¡y ya se me hace que los próximos dos meses van a ser eternos! Entre los mayores que duermen hasta pasado el mediodía y los más chicos que aun de vacaciones se…

Cómo empezó todo

No recuerdo exactamente cuándo empecé a escribir. Solo sé que de niña, los regalos que más disfrutaba recibir eran libretas y cuadernos. Mis favoritos eran rosados y de personajes como Hello Kitty y My Melody. Y si venían acompañados de…

El verdadero espíritu

Pienso que cualquier ocasión o festividad que saque a relucir las mejores cualidades del ser humano, como el amor al prójimo, la tolerancia y la compasión, debe ser, si no celebrada, por lo menos apreciada. ¡El mundo necesita mucho más…

Un cuaderno en blanco

El 2014 fue un año de muchos retos, pruebas difíciles, pero también oportunidades y bendiciones. Le doy gracias a Ds porque pude comprobar por mí misma que los obstáculos en nuestras vidas están ahí para una de dos razones: hacer…

El valor oculto de las cosas

Un día, hace más de 10 años, compré unos aretes que me parecieron hermosos. Los vi en una joyería y decidí que debía tenerlos. Aunque su precio no era elevado, en ese momento yo no estaba para hacer ese gasto,…

Las fotos de ahora

Hasta el año 2009 solo había dos tipos de fotos en mis álbumes: de cumpleaños y de viajes. Esas eran las dos únicas categorías meritorias de buscar la cámara, sacarle la batería, ponerla a cargar, tomar las fotos y después…

La pollera de princesa

En el trabajo nos invitaron a que todo el personal se vistiera de Patria los 4 viernes de noviembre, lo que me hizo recordar la primera pollera que tuve. Presumo que mi mamá me la compró para un acto típico…

Tan preciado como un chocolate

Siempre hago énfasis en lo rico que es comer. Pero me di cuenta que no es justo toda la atención que le doy a la comida, si hay otros placeres que disfruto igual, como dormir. Cuando era pelaa, podía dormir…

Deje de sufrir

Los seres humanos tenemos tendencias masoquistas. No tanto al estilo “Fifty Shades”, pero hay algo incorporado en nuestra programación interna que nos empuja a buscar el dolor y deleitarnos en su miseria. Estoy bastante segura de que esto viene desde…