el café con teclas
Barrera del lenguaje
A siemple vista pareciera que todos hablamos el mismo idioma, pero no es así. A veces ni siquiera estamos en la misma sintonía. Algunos transmitimos en AM mientras los demás nos escuchan en FM.
La primera vez que me percaté de esto, yo tenía como 7 años. Me había ido de viaje con mi familia de visita a Japón (mi papá vivió allá 20 años y 3 de mis hermanos y yo nacimos ahí). En las noches mis padres salían, por lo que mis hermanos y yo quedábamos en el cuarto con una babysitter referida por el hotel. Por tratarse de Japón, la babysitter era obviamente japonesa. Ella no hablaba español y mi japonés se limitaba a konichiwa y sayonara.
Una de las cosas divertidas de estar en un hotel en un país foráneo era meterle mano al minibar, ya que todo lo que tenía adentro era novedoso y rico. Lastimosamente el sabor no era lo único diferente: la lata del jugo que saqué era muy complicada de abrir.
Le pedí ayuda a mi hermano mayor, pero como típico hermano maldadoso y torturador, me dijo que no. Hundí mis hombros y le dije que no me importaba; la babysitter de seguro me iba a resolver.
Le llevé la lata, le hice señas de abrir lata y tomar jugo. Ella me sonrió, asintió con su cabeza, tomó la lata y procedió a abrirla. Pero cuando yo iba a estirar mi brazo para recibir la lata de nuevo, vi horrorizada que se lo comenzó a beber. ¡Pensó que le había ofrecido el jugo para que se lo tomara ella! Por supuesto me puse a llorar, y más alto, cuando mi hermano se percató de lo sucedido y comenzó a burlarse de mí…
Claro, ese fue un caso extremo porque hay una distancia kilométrica entre el japonés y el español, pero es algo que nunca se me olvida. Incluso hablando el mismo idioma ¡muchas veces la gente no nos entiende! Dices una cosa, pero te interpretan otra. No me refiero a cuando pides agua y te traen una soda. Más bien por la línea de «Me quiero quedar en la casa», y que te insistan «Sal, que la vamos a pasar bien». O «Amo la literatura moderna», y que te contesten «Mejor estudia leyes» y mi favorita, que estés triste por algo y te digan «¡Deberías estar feliz por todas las cosas buenas!». ¿Quién dijo que una cosa neutraliza la otra? Por eso digo, a veces no te entienden…