el café con teclas
De hadas, brujas y el príncipe azul
Acabo de salir del cine. Fui a ver Maléfica, y lo único que puedo decir es ¡wow!
A estas alturas de mi vida, he visto prácticamente todas las películas infantiles habidas bajo el sol, y la mayoría me ponen a bostezar y sacar el iphone y jugar Ruzzle en el cine, mientras mis chiquitos las ven. Por lo tanto, encontrar una que me guste y me inspire es muy difícil.
Sumado a eso, mi experiencia viendo «remakes» y «spinoffs» de películas de mi infancia es terrible. Me da rabia cuando los productores y grandes estudios cinematográficos agarran películas perfectamente buenas, y las transforman en cosas horribles en sus nuevas versiones.
Por ejemplo Willy Wonka. La original era hermosa. Pero tenía que venir un genio con su versión turbia y desconcertante, y esos oompa loompas rarísimos. No me importa cuánta plata gastaron en Johnny Depp, efectos especiales y demás. Si me piden mi opinión, eso fue un fiasco.
Pero Maléfica estuvo increíble, y con tantos mensajes… Y eso que tengo sentimientos mixtos hacia Angelina Jolie, porque cada vez que la veo me recuerdo que por culpa de ella Brad Pitt y Jennifer Aniston se divorciaron.
Las enseñanzas de Maléfica son:
Sh*t happens y la gente cambia, pero su esencia sigue siendo la misma. Maléfica era un hada dulce y buena, que fue traicionada. Pera a pesar del rencor que albergaba, en el fondo prevalecían sus buenos sentimientos. Eso es algo que podemos apreciar mucho a nuestro alrededor: gente que con el paso de los años y malas experiencias se han vuelto gruñonas o amargadas, pero no es que sean malas, sino que la vida las endureció.
Nunca podemos saber en verdad lo que han sufrido o atravesado los demás. Así que no juzguemos. ¿Ven? Toda la vida pensando que Maléfica era una bruja despiadada, ¡cuando en verdad fue un hada noble e inocente que fue empujada por el barranco!
Nunca es tarde para rectificar nuestros errores, o por lo menos hacer el esfuerzo de enmendarlos. Por más que la hayamos embarrado, siempre queda algo por hacer.
El verdadero amor sí existe, y viene en diferentes formas y presentaciones. De hecho, la mejor parte de la película fue cuando Maléfica besó en la frente a Aurora y esta se despertó. Mis hijos se burlaron de mí, porque se me salieron las lágrimas. Pero esa escena me tocó el alma, porque cuánta gente no pierde el tiempo esperando un príncipe azul, sin darse cuenta que eso solo existe en los cuentos de hadas.
En fin, Maléfica me encantó.
Que sea un príncipe azul o un lobo feroz, son cuentos….siempre hay que leer entre las lineas….
Me encantó la moraleja! Y la película estaba muy buena.