el café con teclas
La llave en el bolsillo
¿Saben cómo son los juicios? El juez dictamina una sentencia, y la persona tiene chance de apelarla.
Bueno, en el judaísmo nos encontramos en esos días de apelación, que se extienden desde el Año Nuevo hasta el Día del Perdón. Digamos que si Año Nuevo es el día del juicio, en que Dios determina el destino de cada persona para el próximo año, estos diez días son un lapso para apelar, antes de que se selle y reconfirme la sentencia. Es por decir un periodo de gracia, en que te están dando la oportunidad de mejorar tu defensa, hacer un poquito más por saldar tus cuentas pendientes, remediar trastadas, disculparte, enmendarte, y así pedir clemencia y solicitar el favor divino para el año que inicia. Por otra parte, si no arreglas con tu prójimo primero, digamos que Dios no te va a dar play. Así que es mejor resolver con los demás a las buenas (o por lo menos llegar a algo así como un mutuo acuerdo).
Por muchos años, vi la posibilidad de perdonar a quienes nos han herido como un prerequisito para lograr que a nosotros mismos nos perdonen nuestras faltas. Hasta lo he considerado como un favor que le hacemos a los otros porque francamente, hay cosas en esta vida que son imperdonables. No estoy hablando de casos comunes como alguien que te roba, una amiga que habla a tus espaldas o una cuñada envidiosa. Me refiero a esas cosas que te marcan de una manera tan profunda y radical, que ni tú ni tu vida serán jamás igual (no digo que sea mejor ni peor, pero que la forzaron a que sea diferente).
Sin embargo este año me di cuenta de algo más. Cuando perdonas a los demás, te estás liberando a ti mismo. Esa persona que te engañó, mintió, hirió, burló… ya te quitó suficiente. Te despojó de tu paz mental, autoestima, alegría. ¿Vas a permitir que te imponga la carga adicional de halar por siempre con rencor, resentimiento, malos recuerdos? No, no gracias.
Todos somos presos de algo en la vida. Recuerdos que nos persiguen. Deseos que nos consumen. Odios que nos amargan. Relaciones que nos atormentan. La vida es corta. Si podemos librarnos de algo, que sea el poder que tiene quien no lo merece, de afectar el curso de nuestras vidas, imponiendo una carga pesada e innecesaria. Solo hace falta buscar la llave que tenemos en el bolsillo, para abrir el candado y poder perdonar. (Eso sí; después quítate del camino, para que no te vuelvan a atropellar).
A todos mis lectores judíos les deseo un buen juicio y un feliz año. A mis demás lectores, les deseo muchas bendiciones igual. A todos, que encuentren su fortaleza interna, y logren vidas felices y plenas.
Exelente tu analisis y verdadero! Te deseo tambien todo lo mejor siempre y q nuestras suplicas sean escuchadas!!!!
El mejor artículo hasta ahora! O mejor dicho en mi lista de favoritos, muy cierto.
Top,best one ever….
Hello Miss,
My name is John, and Im from France, A few months ago, a very good friend told me about this blog, she’s from panama, I also write and I enjoy so much reading this kind of articles.
Im not a spanish expert, im learning, but i could understand this one, and is Just PERFECT, how you talk about forgiveness, and you are so right! Forgiveness is the best way to feel free! I just loved it. It gave me peace.
Muy buen articulo, te felicito. 🙂