Somos iguales y queremos lo mismo

Hace un par de semanas me fui de viaje para atender algunos asuntos en Miami. Antes de irme, me metí en Ticketmaster a ver qué evento interesante había por el área, para aprovechar que iba a estar allá y hacer algo diferente en esos días. Qué emoción descubrir que Richard Marx, uno de mis cantantes favoritos de finales de los 80, iba a presentarse durante mi estadía. Los que estaban vivos en esa época recuerdan sus éxitos Should’ve known better, Endless summer nights y Right here waiting, entre otros. Y los que nacieron después de eso, bueno, búsquenlo en Spotify.

A decir verdad yo le perdí la pista a  Richard Marx hace como 20 años, y ni sabía que aún sigue componiendo, cantando y tocando. Ya en Miami invité a alguien y nos fuimos a Fort Lauderdale a ver el show en el Parker Playhouse, un auditorio más pequeño que nuestro teatro Anayansi, pero súper lindo en verdad.

Cuando entramos, mi amigo y yo nos sorprendimos de ver que sobre la tarima solo había dos guitarras de un lado y un piano solitario del otro. Este iba a ser un recital acústico, y no un concierto acompañado por una banda. El boleto decía 8:00 p.m. y a las 8:15 en punto salió el artista a cantar.

En ese momento recordé de nuevo lo que se siente tener 17 años y escuchar las melodías que te derriten el corazón. Súper cursi, ¡yo sé! pero qué hago…
Volviendo al tema, como Richard Marx estaba solo sobre el escenario, y el show era bastante íntimo, amenizó la velada hablando de su carrera y compartiendo historias de su trayectoria. Todo era muy divertido, pero algo que dijo a manera de chiste me encantó.

Contó que hace unos años, cuando grabó su última producción discográfica, iba una tarde manejando en su carro cuando escuchó una de sus canciones en la radio. Dice que se emocionó tanto, que le subió el volumen con todo. Pero añadió que la mejor parte fue cuando terminó el bloque de canciones en la estación, y el locutor anunció “acabamos de escuchar música de Rihanna, Richard Marx y Maroon 5”.

“A estas alturas de mi carrera, es común escuchar la voz mayor de un locutor mencionando mi nombre junto al de Bette Midler, lo cual es cool”, explicó Marx. “Pero escuchar mi nombre entre artistas de la talla de Rihanna y Maroon 5 fue effing unbelievable”, puntualizó con una risa alta y genuina.

Y eso me hizo pensar que al final del día, todos queremos lo mismo. Sí, eso de la autoestima y el amor propio es muy lindo y todos debemos cultivarlo. Debemos estar contentos con nuestra capacidad, talento y potencial por el solo hecho de tenerlos. Pero en verdad, verdad, todos buscamos, queremos y añoramos validación de los demás. Y eso nos hace humanos.

Un pintor quiere que la gente aprecie su arte, un diseñador que las personas vistan sus colecciones, un chef que los comensales consuman sus creaciones, un Richard Marx que la gente escuche sus canciones, y hasta Sarita quiere que la gente lea lo que escribe.

A pesar de que en el exterior hay quienes proyectan lo contrario, no se hagan. En el fondo todos queremos lo mismo.

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3 comentarios

  1. Hola, buenas tardes, acabo de ingresar a tu blog y ya me he leido mas de tres articulos y me parecen super chevere.
    sere fans creo que por mucho tiempo.
    Existos y espero jamas dejes de escribir.

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