Un vasito de agua antes de dormir

Nunca le había contado esto a mi mamá, pero muchas veces, cuando ya estoy acostada, lista para apagar las luces y dormir, me levanto de mi cama y voy al cuarto de mis hijos a revisar que cada uno esté arropado en su cama, asegurarme de que no se hayan quedado dormidos con las luces o la televisión prendida, y decirles «buenas noches».

En ocasiones alguno abre los ojos y me pide que le traiga un vaso de agua de la cocina. A veces puede que hasta se pongan específicos y me pidan que le eche mucho hielo. Y aunque tengo sueño, estoy arrastrando mis pies para regresar a mi cuarto, y en verdad quisiera decirles «sigue durmiendo, estás soñando, en verdad no tienes sed», me acuerdo de que yo le pedía lo mismo a mi mamá cuando era chiquita. Y ella siempre, siempre, siempre me traía agua en mi vasito de Snoopy, me daba un besito y me recordaba de decir el rezo de antes de dormir.

Si yo tenía suerte, hasta se quedaba un ratito adicional para contarme un cuento (aunque por lo usual tuviera que insistirle y fuera bien cortito).

El recuerdo de ese gesto es lo que me empuja a sacudirme el sueño y hacer lo mismo por mis hijos, así que peregrino a la cocina y traigo el bendito vaso de agua, -con mucho hielo. No parecerá gran cosa, pero para mí sí lo es. Desde pequeña mi mamá ha sido mi ejemplo y siempre será mi inspiración.

Hace unos días ella estuvo de cumpleaños, y yo estaba tratando de escribirle una tarjeta bonita. El detalle es que a medida que van pasando los años, te vas quedando sin cosas nuevas que decir y los adjetivos ya te los gastaste todos. O sea, te toca ponerte ingeniosa para plasmar algo emotivo, original y especial, de esas que uno quiere mostrarle a sus amigas.

Y de pronto me vino a la mente esta anécdota, que deja de manifiesto dos cosas:

Uno, que desde siempre, mi mamá se ha desvivido por nosotros desde los detalles más inverosímiles hasta las cosas más trascendentales.

Dos, la buena fortuna que tenemos los hijos de absorber de nuestros padres las muestras de cariño y el buen ejemplo, que en su momento podremos transmitirles nosotros a nuestros propios hijos.

¡Feliz cumpleaños mamá!

Suscríbete

¡Recibirás mis artículos en tu correo electrónico!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Comparte más

2 comentarios

  1. Sarita que lindo es que con los años realmente valoramos más los pequeños y grandes detalles que con amor y dedicación nos proporcionan nuestros padres, muy lindo tu detalle de que aunque pienses que no significa mucho…….. si significa. Estás además sembrando esa bella semilla del buen ejemplo a tus hijos.
    Feliz cumpleaños para tu mami, hasta los 120 y más.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *